miércoles, 23 de abril de 2008

La libertad (parcial) del mercado


Y bien, los exportadores agrícolas se salieron con la suya. En los diarios ya apareció la noticia del alza del dólar por $13, producto de una compra temporal de dólares por parte del estado (Cf. emol, La Nación). Esto beneficia a los exportadores, ya que al vender sus productos al extranjero en dólares, cuando quieran hacer operaciones en pesos van a tener un mayor poder adquisitivo. Desde hace mucho tiempo que los exportadores vienen alegando por alguna intervención estatal en el precio del dólar, arguyendo que ellos son demasiado importantes para la economía del país como para no permitirles enriquecerse en la misma tasa en la que lo han hecho siempre. Si bien es cierto que si los exportadores pierden mucho dinero, se desestabiliza la economía del país, también es cierto que eso ocurre por los caprichos de la mano negra que regula el mercado. Así que estos mismos empresarios, que en tiempos de bonanza no quieren que el estado les toque un solo peso, curiosamente dejan de ser tan liberalistas cuando el devenir del mercado los empobrece.
Hay motivos para sospechar que esta incoherencia fundamental no es tan inocente. El día 28 de Marzo los exportadores agrícolas se organizan y realizan una protesta (Cf. emol, La Nación). La TV nos mostró cómo reunieron a los trabajadores, interrumpieron el tránsito y, sin la presencia de ningún carabinero, los exportadores pronuncian largos y monótonos discursos a sus trabajadores en la protesta más sui generis que haya sido protagonizada por trabajadores en la historia de Chile. Ese mismo día, un sindicato de choferes del Transantiago se declara en huelga pacíficamente (Cf. emol, La Nación). El resultado: violenta intervención policial y varios detenidos. ¿Cuál es la verdadera diferencia entre estas protestas? Que la única verdadera protesta fue la de los choferes, y me inclino a sospechar que los exportadores sólo montaron un espectáculo, incluyendo un pago para los asistentes (los temporeros) y los ausentes (los pacos).
Y es que la idea de que el estado pague por el dólar es demasiado tentadora para actores fuera del sector exportador agrícola. Estados Unidos ve cómo el dólar se devalúa en todas partes del mundo. En un país donde el Banco Central es privado y controlado por los peces gordos del mercado internacional, observar que un grupo de empresarios egoístas en una de las economías más grandes de Latinoamérica demandan algo que los beneficia, los conmueve a mover los hilos.
El estado soportó durante largo tiempo las presiones. Pero ya comprobamos que el presidente del Banco Central no es estoico. Los pseudo-liberalistas pueden seguir haciendo sus operaciones en dólares con algo más de tranquilidad, perpetuando la hegemonía de Estados Unidos, y comprometiendo el valor de nuestra propia moneda y el poder adquisitivo de todos en el país.

Inauguración

Soy Víctor Eremis, temuquense, y doy por inaugurado este blog. De esta forma doy inicio a un proyecto que consideraba necesario desde hace mucho tiempo; la existencia de un espacio en Internet donde convergieran opiniones críticas sobre lo que pasa en nuestro mundo. Hay, sin duda, muchos espacios en los cuales esto ya se pretende. Sin embargo, a mi me guía una pregunta en particular: ¿qué puede hacer el hombre común y corriente para cambiar el curso de los acontecimientos?; y, cuando estoy pesimista, la pregunta es todavía mas impotente ¿qué puede hacer el hombre común y corriente para siquiera enterarse de lo que está ocurriendo? Por lo general relegamos estos papeles a alguien más; a los lectores de feeds, a los periodistas, a las ONG donde donamos $ para sentirnos solidarios o incluso a los políticos. Pero esta delegación de responsabilidades está lejos de ser una contratación de servicios en el sentido de pagar por ser informados y cuidados. Es necesario explorar los límites de nuestra influencia en el curso de los acontecimientos. Es necesario que nosotros, no siendo periodistas, hagamos nuestras propias investigaciones periodísticas. Creo que el discurso del “periodismo ciudadano” adquiere sentido (y deja de ser una vacía expresión mediática) cuando nos interesa explorar los límites de nuestra influencia en el mundo.
En este blog publicaré mis opiniones y mis investigaciones acerca de los temas que considero importantes y en los que quiero ser agente en su desarrollo. Y estos temas estarán marcados por una característica particular: la crítica a las formas de vida que se configuran en el mundo global. Formas de vida marcadas por la homogeneización de las costumbres y la expansión de las lógicas mercantilistas a todas las esferas de la vida. Es por ello que cuando miro a mí alrededor sólo veo una cosa: vivimos en la importación del “sueño americano”. Y ese sueño dista mucho de ser un dulce sueño.